10 de febrero 2021.- En Apocaliptic.com hicimos un recorrido por diversos módulos del INE del Valle de Toluca, para atestiguar lo que fue una peligrosa jornada, que representó la última oportunidad de obtener una credencial de elector para millones de ciudadanos, implementada con un débil sistema sanitario, y protocolos absurdos, que describen la raquítica y vergonzosa situación en la que se encuentra el máximo órgano electoral mexicano.
No era de extrañar, siendo encabezado por líderes que han mostrado abiertamente su absoluta discriminación y desprecio a la ciudadanía, miles de personas tuvieron que lidiar con un instituto que ha sido incapaz de adaptarse a las necesidades de esta nueva normalidad, y que sigue arrastrando los peores vicios de la obsoleta burocracia mexicana.
Como ha sido desde hace varios días, peor aún con más demanda por ser la jornada final, miles de personas tuvieron que formarse desde horas de la madrugada; a pesar de las condiciones de pandemia que mantienen en Semáforo Rojo a gran parte del país, incluido al Estado de México. El INE determinó que este sistema sin citas que exige mantener por horas de pie a las personas, en espera de obtener un documento que debería ser un derecho accesible, era la mejor opción, lo que generó importantes aglomeraciones de personas sin sana distancia, ni mayores medidas sanitarias.
Incluso personas de la tercera edad, tuvieron que llegar desde varias horas antes de que saliera el sol, con la esperanza de alcanzar a obtener un documento que es vital para millones de mexicanos, y del cual podrían perder la oportunidad de obtener, a pesar de que todavía faltan 4 meses para la jornada electoral; tiempo en el cual el instituto determinó que millones de personas no tendrán el derecho de tramitar este documento esencial.
En realidad, a la gran mayoría de asistentes, les importan poco o nada las elecciones; cuestionados acerca de su motivación para asistir, señalaron la necesidad de obtener el documento como identificación el motivo principal.
No solo el proceso que se implementó sin citas resultó peligroso, también la poca capacidad de los trabajadores del INE para hacer su trabajo de forma respetuosa y eficiente, fue otra complicación importante; en muchos casos, a pesar de que se hacían dos y hasta tres filtros previos para revisar la documentación, al llegar al momento de realizar el trámite, muchos ciudadanos encontraban que les faltaba algo, generando así un embudo importante, discusiones y frustración en miles de personas, lo que además hacía más lento el trámite.
Pero esta falta de capacidad y claridad, es lo que se transmite también desde el origen de esta institución; pues no solo la información que emiten, resulta confusa e imprecisa, sino que además está plagada de contradicciones, lo que propicia que esto se vuelva una triste muestra de prepotencia, autoritarismo y falta de equidad.
Por ejemplo, tras cuestionar a una persona visiblemente molesta después de hacer su trámite, se quejaba afirmando que cuando investigó en el INE los requisitos, se encontró con algo, y al momento de llegar a realizar el proceso, las condiciones eran muy distintas.
Un ejemplo de esto, es el tema de los testigos, de acuerdo a una página y video oficial del INE, es posible acreditar con dos personas conocidas, la identidad o el domicilio, cuando no se tenga algún otro documento probatorio en estos casos; de acuerdo a lo expuesto en estos contenidos difundidos en las redes oficiales de la institución, deben ser «preferentemente de la misma comunidad»; este «preferentemente» fue interpretado por muchos como algo opcional y no obligatorio, como les fue informado hasta la fase final del trámite, lo que generó un sin número de complicaciones, e improvisaciones de testigos que en realidad terminan siendo falsos.
En realidad, esta disposición está determinada en el acuerdo oficial aprobado el pasado mes de agosto, por lo cual aparentaría ser el problema una deficiente campaña de información; no obstante que, tal y como nos confirmaron múltiples asistentes, no todos los puntos de este acuerdo se respetaron tal cual se expone en el portal oficial del instituto. Por ejemplo, a pesar de que una credencial de elector vencida figura en la lista de posibles documentos probatorios de identidad en este acuerdo, en la práctica, y por razones aún no esclarecidas, este documento emitido por esta misma autoridad, no se reconoce como identificación válida; a pesar de que, contradictoriamente, sí se acepta para poder recoger el nuevo plástico a quienes lograron sortear el trámite.
Pero también el mismo INE sigue mostrando otros vicios que pregona combatir, como es el tema de la corrupción; en más de una ocasión pudimos presenciar, el momento que personas ‘conocidas’ de trabajadores del módulo llegaban al lugar, y casi por arte de magia resultaba que ellos sí tenían una cita pendiente, lo cual les daba el derecho de saltarse a las personas que llevaban horas formadas, no solo expuestas a las complicadas condiciones climáticas, sino también a la peligrosa situación de pandemia que prevalece en gran parte del país.
Personas que llegaron antes de las seis de la mañana a formarse, terminaron saliendo después de medio día, según nos contaron múltiples testigos; pero peor aún fue el panorama para quienes llegaron más tarde, pues además de que el tiempo de espera se volvía cada vez más extenso, en algunos casos ni siquiera alcanzaron espacio, quedándose así sin el derecho de obtener un documento esencial.
En realidad es algo que quizá no debería extrañar; los líderes de esta institución que se percibe cada vez más obsoleta, desde sus confortables centros de reunión en Polanco y obscenos salarios millonarios, es sabido que son incapaces de ponerse en los zapatos de los ciudadanos de a pie, quienes tienen que lidiar con un sistema que se exhibe cada día más inútil, corrupto y anticuado; lo cual no solo es capaz de generar más frustración y decepción en la ciudadanía, sino que seguramente, terminará siendo un nuevo foco de contagios que además puede costar directamente más vidas de las que ya se han perdido en esta lamentable pandemia.
