Finalmente después de que se incrementaban las presiones internacionales, este miércoles el gobierno del presidente peruano Ollanta Humala, decretó la alerta sanitaria en la zona del Amazonas peruano, tras un una serie de fugas de un oleoducto de PetroPerú, de donde se habrían vertido al menos 2 mil barriles de petróleo crudo.
El derrame ocurrió desde el día 25 de enero, no obstante debido a las lluvias y a la lenta recuperación comenzó a extenderse alcanzando a llegar al Río Morona al importante Río Marañón, afluente del Río Amazonas que se extiende por más de mil kilómetros, por lo que se teme se extienda la contaminación.
El presidente peruano había llamado a la calma afirmando que el problema estaba contenido, no obstante el diario ElPaís publicó el día de ayer un reportaje donde demostró el testimonio de varias familias del lugar, cuyos niños habían sido coptados para ayudar en las labores de recuperación del crudo, para lo cual se estaba pagando hasta 50 dólares por cilindro y 15 por balde, motivo por el que muchos niños y jóvenes del lugar estuvieron haciendo trabajo de recuperación por su cuenta, sin ninguna especie de capacitación o equipo protector.
Esto coindició con las peticiones al gobierno peruano para decretar la alerta sanitaria, lo cual finalmente se concretó este miércoles, pues en diversas comunidades se registran ya múltiples afectaciones por el derrame, así como al vital ecosistema de la región.
La primera de las fuga se registró el 25 de enero en el kilómetro 441 del Oleoducto Norperuano, e impactó plantaciones de cacao y a las aguas que abastecen al río Chiriaco, afluente del río Marañón confirmó la OEFA (Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental), quien también señaló que un segundo derrame se produjo el 3 de febrero en el km 206 del mismo oleoducto, a la altura de la comunidad Morona de unos 9 mil habitantes.
