Columna VERDADES MENTIROSAS…LA POESÍA                             

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                «LA POESÍA ES UNA BÚSQUEDA DESESPERADA DE LA INFANCIA”

                    ANDRÉ BRETON

   Gerardo Lara

Ante el genocidio pandémico provocado desde lo más oscuro de la pirámide del poder mundial y ante la proliferación de tanta VERDAD MENTIROSA, que avivan nuestro dolor; se advierte en la población y así se manifiesta en las redes sociales, una búsqueda de la poesía, nuestro corazón intuye que en ella hay respuestas, consuelo y esperanza.

Bien lo dice la poeta Rosarina MIRTA ROSENBERG: «En tiempos de catástrofe, la poesía crece porque es una reserva a la que todos podemos recurrir cuando hay escasez de sentimientos en el mundo”.

Pero ¿qué es la poesía?

La mayor parte de la gente cree que son palabras, algunos dicen que son imágenes nacidas de palabras, otros piensan en versitos de composición perfecta y por supuesto la mayoría dice que es poeta quien “hace la poesía”. Sin embargo, detrás de su aparente realismo, estos conceptos tienen todo el aspecto de VERDADES MENTIROSAS.

En la vida cotidiana las personas vivimos ignorantes de la tal poesía, se acostumbra dejar el término en manos de una élite privilegiada que en base a etiquetas, límites y fronteras encerró a la poesía en la cárcel de un “género literario” Y secuestró la magia que emana de su práctica; ha sido un rapto imposible e inútil pues la poesía está en todas partes, es omnipresente y omnipotente.

Poesía viene del griego ποίησι (hacer) a través del latín \poiesis\(acción) y sus significados son precisos: poesía es la acción de hacer. En otras palabras; es crear y su acepción profunda es DAR A LUZ. Ni más ni menos, la poesía es ¡el milagro de la creación!

Poetas de los más diversos signos han manifestado su concepción, es ilustrativo extendernos en este punto:

“Poesía es la unión de dos palabras que forman un misterio” decía Federico García Lorca.

O Guillermo Fernández: “Es el puente entre el amor y la muerte”.

Mientras que para “Octavio Paz: “es la perpetua tensión en la esperanza de cautivar la realidad”

Y Mario Benedetti: “Es el alma del mundo”

Y la inmensa Alejandra Pizarnik: «Escribir un poema es reparar la herida, la desgarradura. Porque todos estamos heridos.

Pero Alejandro Jodorowsky refuta; “hay que sacar a la poesía de la palabra, para que se convierta en acción poética, en acto poético”.

Para Luis Cernuda “es una morada de muchas mansiones”.

Josep Palau Fabre dice: “el poeta es un médium”.

Para André Breton y el surrealismo: “Es la búsqueda desesperada de la infancia”

Y Vicente Huidobro sentencia ““La poesía es el lenguaje de la creación, una voz inmortal del universo”.

O para el anti poeta Nicanor Parra:” la poesía baja del Olimpo”.

Y para Alfonsina Storni: “Es la epifanía”

Podría seguir hasta el infinito, pero cierro el recuento con la contundente definición de Gustavo Adolfo Bécquer: “La poesía eres tú”.

Podemos observar que casi todas las definiciones, seleccionadas al azar, coinciden con el punto de partida original; poesía es ¡Dar a Luz! es por ello que lo cubre todo, viene de la oscuridad recóndita para hacernos ver y es el resultado más profundo de la filosofía.

Es todo eso y muchas cosas más, a veces aparece de manera consciente y se busca con denuedo, pero la mayor parte del tiempo es inconsciente, porque si la poesía es “crear algo en donde no hay nada”, entonces el nacimiento del Universo, de la Tierra, de la vida y de la humanidad son absolutos milagros poéticos; parafraseando a mi gran maestro Paul Schrader: “Por tu voluntad o sin ella la poesía vendrá a tus sueños”.

En efecto, todo indica que los sueños son el terreno más fértil para la invocación y aparición del acto poético, por ello el poeta surrealista francés ST. PAUL BOUX, que conocía muy bien ese poder, colgaba cada noche un letrero a la puerta de su habitación mientras dormía: “No molestar, poeta trabajando

Todas las personas del mundo nacemos poetas, pero no lo sabemos nadie y cuando lo intentamos, el peso de la genealogía cultural nos lo prohíbe, por esa razón el poeta es el supremo rebelde contra el pensamiento dominante.

La existencia humana, colectiva y personal está construida de momentos poéticos que le van dando curso a nuestras vidas, encarnan a veces en encrucijadas, en decisiones claves, en puntos de inflexión, pero en realidad son momentos mágicos, únicos e irrepetibles, gobernados por aquello que Milan Kundera llamó “El pájaro de las casualidades”.

Es difícil identificar el acto poético cuando desde temprana edad intentan amputarnos el grandioso y maravilloso atributo de la humanidad; la poderosa IMAGINACIÓN, sin ella no hay poesía. Ya decía André Breton que: “Alrededor de los veinte años, la imaginación nos abandona y nos condena a un mundo de tinieblas”. ¡Entonces la poesía es la llave para reencontrarla! otra vez, es la luz que nos rescata del mundo de tinieblas.

La poesía usa múltiples disfraces y se presenta de formas variadas, entre ellas el de las artes, aspirantes todas a “DAR A LUZ”, a veces se disfraza de música otras de danza o de escultura, todas buscadoras de la poesía, se cuela, generalmente de manera involuntaria, hasta en el cine.

Las artes son sin duda “actos poéticos”. Tal vez por ello el gran ANTÓN CHÉJOV decía: “Hay dos tipos de arte, el que me gusta y el que no me gusta, no conozco otro criterio”.

No es fortuito que en estos momentos en que nos inunda “El cáliz de amargura” invoquemos su poder liberador, pues la intuición nos dice que es la fortaleza máxima del espíritu humano, en términos estrictos: la poesía es DIOS.

Y, sino que lo diga la inmensa ALFONSINA STORNI.

 “Más no lo maté con armas, le di una muerte peor; ¡lo besé tan dulcemente, que le partí el corazón!

O el inmortal E. E. CUMMINGS que hizo un descubrimiento capital: “En esta vida todo es verdad menos el miedo


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