Javier Garcin. Apocaliptic.com
3 de enero 2019.- En horas recientes, el mundo ha puesto sus ojos en Medio Oriente, tras una serie de acontecimientos que han agudizado las tensiones políticas, amenazando con desatar incluso una guerra de enormes proporciones.
El gran detonante de esta crisis, fue el ataque con un dron de los EEUU, en las afueras del aeropuerto de Bagdad, en Irak, dirigido en contra de dos importantes generales, Abu Mahdi al-Muhandis, quien encabezaba un comité de milicias en Irak, y Qasem Solaimani, el comandante en jefe de las Fuerzas Quds de Irán.
Ambos asesinatos, perpetrados con un misil dirigido por láser, han causado gran revuelo, pues Solaimani, era considerado no solo el segundo hombre más poderoso de Irán, un histórico mártir de la revolución, sino además el comandante de la facción militar más poderosa de Medio Oriente.
Tanto al-Muhandis como Solaimani, habían dedicado gran parte de sus esfuerzos en años recientes, a combatir a los mercenarios de grupos terroristas como Isis y AlNusra, motivo por el cual su asesinato está generando gran indignación en oriente medio.
Tanto el presidente de Irán, Hassan Rohani, como el Ayatollah Khamenei, han advertido una fuerte venganza por la agresión a su más importante general, lo cual ha provocado también un incremento notorio en el precio del petróleo a nivel mundial.
Por su parte, el gobierno de EEUU, reconoció el ataque como un acto premeditado autorizado por el presidente, Donald J. Trump, quien afirmó que este ataque es una respuesta a la invasión que se registró en la embajada estadounidense en Bagdad, el pasado 31 de diciembre.
En ese incidente, aunque no se registraron daños letales, un grupo de manifestantes logró ingresar y causar destrozos en un sector de la embajada previamente desalojado, en protestas ocurridas en el marco de una serie de funerales por 25 milicianos de una fracción de Hezbollá que habían fallecido tras un bombardeo de EEUU ocurrido un par de días antes en Irak.
Diversos congresistas estadounidenses, también han condenado el ataque, calificándolo como irresponsable, pues además se realizó sin consulta ni autorización del Congreso de los EEUU.
Aunque la tensión ha escalado a nivel global, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, refrendó la posición de neutralidad, y se negó a realizar cualquier declaración al respecto en su conferencia pública con los medios.
