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Abril de 2019.- El presidente Trump argumentó el viernes que la nación está sufriendo una emergencia de inmigración, visitando la ciudad de Calexico, California, e inspeccionando una valla fronteriza reconstruida un día después de que repentinamente retrocediera de sus amenazas para sellar la larga frontera entre México y Estados Unidos.
Con esas amenazas a sus espaldas, Trump cambió de marcha y prometió construir 400 millas de muro fronterizo en los próximos dos años, un punto de referencia poco probable para un presidente que aún tiene que construir una nueva milla de muro a lo largo de la frontera de 2,000 millas con México.
Un inflable gigante Trump flotó sobre la multitud de manifestantes que se reunieron el viernes por la mañana aquí en la frontera con México, junto al nuevo centro comercial que se suponía iba a traer la salvación a esta ciudad económicamente deprimida.
Estaban enojados por la amenaza del presidente Trump de cerrar la frontera, pero el propósito de la marcha era demostrar la unidad con Mexicali, la ciudad hermana de Calexico al otro lado de la frontera.
«Estamos interconectados. Somos una comunidad. No estamos separados «, dijo José Luis Olmedo, del Comité Cívico del Valle, un grupo de derechos civiles del Valle Imperial.
Trump llegó a la ciudad el viernes para azotar su inexistente «emergencia» en la frontera en su camino hacia una recaudación de fondos en Beverly Hills. Los manifestantes esperaban echar un vistazo al hombre que tiene el poder, con el golpe de un bolígrafo, para arruinar sus trabajos, su salud y sus familias. O, más concretamente, que él podría echar un vistazo a ellos.
Los Angeles Times
