Así era el narcoestado en tiempos de Genaro García Luna, según El Grande. Comienza el juicio.

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Esta semana comenzó en la Corte de Distrito de Nueva York, el juicio contra Genaro García Luna, a quien la fiscalía de los Estados Unidos, acusa de ser un personaje clave para la expansión del Cártel de Sinaloa.

El fiscal Philip Pilmar, es quien encabeza las acusaciones, que han sido recopiladas durante años, y que finalmente serán desahogadas en un juicio que se anticipa pueda extenderse por dos meses.

Para abrir las sesiones, que han contado con una gran audiencia, tanto de periodistas, así como también de funcionarios como el cónsul de México en NY, la parte acusatoria ha iniciado la fase de presentación de testigos clave, con Sergio Villarreal Barragán alias “El Grande”, cuyo testimonio se ha extendido hasta este martes, dando cuenta detallada de lo que presenció, como uno de los más altos mandos de los Beltrán Leyva, quienes eran inicialmente una división del Cártel de Sinaloa, pero posteriormente enemigos a muerte.

‘El Grande’, hoy en día goza de plena libertad; tiene esposa e hijos estadounidenses, después de haber pasado 10 años en prisión, y haber aceptado integrarse como informante de la DEA.

El ex narcotraficante, se encuentra declarando bajo juramento, y también fue incisivo en señalar que no puede mentir, ya que sería un delito que pondría en riesgo su libertad y protección de parte del gobierno estadounidense.

El abogado César de Castro, es quien encabeza la defensa de Genaro García Luna, quien fue el Director de la Agencia Federal de Investigación de México (AFI) en el sexenio de Vicente Fox, y Secretario de Seguridad Pública durante todo el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa.

El defensor de García Luna, ha adelantado que los testimonios de testigos son solo meros señalamientos de criminales, en venganza por las detenciones realizadas presuntamente con García Luna, y afirmando que no existen evidencias para confirmar estos dichos con la realidad; no obstante, la fiscalía estadounidense lo mantiene en reclusión, pues consideran que sí hay bastantes elementos para incriminarlo, lo cual deberá confirmarse o descartarse con el presente juicio.

Qué fue lo que dijo Sergio Villarreal Barragán ‘El Grande’

Aunque se trata aún de declaraciones de un testigo, que no han sido validadas durante el juicio, las afirmaciones de El Grande, de ser ciertas, ilustran una corrupción total de parte de las instituciones de seguridad del país, comenzando por el ejército mexicano, pero llegando también a instituciones como la AFI, que se convirtió prácticamente en un brazo armado al servicio del narcotráfico.

El Grande, dio cuenta de sobornos mes a mes de entre un millón y 1.5 millones de dólares para Genaro García Luna; en entregas que en ocasiones se hacían de forma personal, entre el cártel y altos mandos del gobierno federal, como Luis Cárdenas Palomino.

El ex narcotraficante, contó la forma en la cual los Beltrán Leyva, al mando de Arturo, se enemistaron con el Cártel de Sinaloa, y aportaron cantidades millonarias a García Luna y su gente, a cambio de complicidad.

Villarreal Barragán, dio cuenta incluso de detalles, incluidos mapas y pormenores del mobiliario, acerca de una casa de seguridad al sur de la Ciudad de México, donde regularmente se entregaban cifras millonarias de dinero en efectivo; e incluso de regalos personales especiales realizados de forma periódica a García Luna.

Cuando había una buena relación entre los Beltrán Leyva y el equipo de García Luna, incluido Cárdenas Palomino, estos narcotraficantes eran alertados acerca de operativos o hallazgos de la DEA, que pudieran poner en riesgo a los hermanos Beltrán Leyva y su gente; fue así como incluso fue cancelada una boda de Édgar Valdéz ‘La Barbie’ en Acapulco.

El capo, narró incluso la forma en la cual se tenía coordinada la colusión con la Policía Federal, al grado que ante importantes detenciones de droga de grupos rivales, se tenían listas grandes cantidades de droga falsa, compuesta por azúcar, harina, acetona y anís, las cuales eran reemplazadas por la droga real de los decomisos, generando así ganancias millonarias, que se dividían entre los mandos policiales y los integrantes del crimen organizado.

Según versiones de El Grande, él personalmente encabezó también a un grupo de sicarios, disfrazados de agentes de la SIEDO, quienes fueron los que finalmente concretaron la captura del Rey Zambada en la Ciudad de México, para entregarlo posteriormente a los agentes reales de la fiscalía.

Villarreal Barragán, señaló que gracias a Genaro García Luna, obtuvieron un contacto ‘de Israel’, que les facilitó tecnología avanzada de espionaje y contrainteligencia, de modo que fácilmente podían intervenir comunicaciones, prácticamente como si fueran una institución más del gobierno federal.

Según el relato de El Grande, esta relación, aunque llegó a ser muy fructífera y generó ingresos de unos 400 millones de dólares al mes a los hermanos Beltrán Leyva, gradualmente se fue deteriorando, presuntamente debido a una colusión cada vez mayor de García Luna y su gente, con el Cártel de Sinaloa, al mando de El Chapo Guzmán y los hermanos Zambada.

En un momento, la relación entre el ejército mexicano y el Cártel de Sinaloa, era tan estrecha, que cuando los Beltrán Leyva aportaban información al ejército mexicano, para concretar importantes detenciones de los Zambada, los militares terminaban vendiendo la información al también llamado Cártel del Pacífico, de modo que fracasara todo intento de captura.

La defensa de Genero García Luna, intentó generar contradicciones en el relato de El Grande, y aunque pudiera haber algunas contrariedades en los detalles, no ha habido elementos para descartar lo sustancial del relato general, lo cual sería sustentado documentalmente por la parte acusatoria en próximos días y semanas.


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