Bloqueo permanente y solidaridad global por desaparición de activistas en Colima; el narco reina impune

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A tan solo dos días de que se registrara una masacre contra integrantes de las Guardias Comunales de Ostula y Aquila, Michoacán, un nuevo hecho de violencia contra activistas y defensores de los derechos de los pueblos originarios se presentó en la zona, con la desaparición del profesor Ricardo Arturo Lagunes Gasca y el comisariado ejidal de Aquila, Antonio Díaz Valencia, en los límites entre Colima y Michoacán.

Denuncia trasciende alrededor del mundo

Organizaciones del Estado de México, como el Centro de Derechos Humanos Zeferino Ladrillero se han sumado a los llamados para exigir la presentación con vida de los activistas desaparecidos, reiterando también las peticiones que se pueden firmar en línea, para hacer extensiva la denuncia y exigir a las autoridades correspondientes acciones contundentes para recuperar con vida a los activistas desaparecidos.

Del líder comunitario Díaz Valencia y de Lagunes Gasca, abogado de la UNAM con Máster en Protección de DDHH en la Universidad de Alcalá, solo se tiene registro de su camioneta abandonada con indicios de disparos con arma de fuego, que fue recuperada en una localidad del estado de Colima.

La asamblea comunitaria de la comunidad de San Miguel Aquila se declaró este miércoles en plantón permanente en la carretera federal 200, a la altura de la comunidad de Coahuayana para exigir la presentación con vida de los compañeros desaparecidos.

«Los compañeros estaban trabajando en la problemática agraria en la que el Tribunal Agrario a afectado a los comuneros de Aquila y negado celeridad en los procesos agrarios. Pedimos a las autoridades que realicen sus encomiendas de búsqueda y rescate»; señaló la asamblea a través de un comunicado, donde también descartaron la realización de actos violentos, desmintiendo así versiones surgidas en redes sociales ajenas, y reiterando el llamado a la solidaridad y activismo pacífico para exigir la presentación con vida de los desaparecidos.

Además de Amnistía Internacional y la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU en México, también el relator especial de las Naciones Unidas, Clement Vuole y decenas de organizaciones sociales se han sumado a la denuncia internacional de presentación con vida.

El reino del CJNG en Michoacán y Colima

Es importante señalar que esta desaparición se presenta en el marco de un enfrentamiento extendido desde hace tiempo, de parte de grupos de la delincuencia organizada que operan con total impunidad en la región.

Aunque muchas poblaciones han terminado sucumbiendo a los designios del narcotráfico, también existen comunidades indígenas que han apelado al auto gobierno y formas comunitarias de organización para hacer frente a estos embates.

Entre las comunidades que se han caracterizado por mantener una defensa comunitaria de su territorio, se encuentran las localidades de Aquila y Ostula, Michoacán, integradas también en el Congreso Nacional Indígena, liderado por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y donde se estrechan lazos con decenas más de comunidades indígenas que se han declarado en rebelión contra las instancias oficiales del gobierno mexicano, así como también contra agrupaciones de la delincuencia organizada.

Tan solo el pasado 13 de enero, dos días antes de la desaparición de activistas, se registró una agresión de un comando armado, presuntamente del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en contra de guardias comunales que se encontraban en su puesto de la localidad de La Naranja, municipio de Aquila.

En el ataque murieron «ISAUL NEMECIO ZAMBRANO (de la Encargatura de Xayakalan), MIGUEL ESTRADA REYES (de la Encargatura de La Cobanera) y ROLANDO MAUNO ZAMBRANO (de la Encargatura de La Palma de Oro)», denunció la asamblea indígena nahua de la comunidad de Santa María Ostula a través de un pronunciamiento divulgado por el Congreso Nacional Indígena y que ha tenido escasa repercusión en medios nacionales.

«Entonces, el asesinato de nuestros hermanos y compañeros en uno de los puntos de vigilancia para mantener a raya a la delincuencia que, desde Colima y Chinicuila, tiene cercados a los municipios de Aquila y Coahuayana, NO ES UN HECHO FORTUITO O CASUAL, más bien tiene su origen en la sistemática omisión del estado mexicano para brindar seguridad a la población debido a la peligrosa infiltración de las mafias delincuenciales en las instituciones de gobierno, especialmente en las que tienen como tareas brindar seguridad y combatir a la delincuencia; omisión oficial que ha llevado a que nuestra comunidad y nuestro municipio estén rodeados por la presencia criminal del CJNG», denunció la organización comunal indígena michoacana.

En el mismo pronunciamiento, reiteraron que estas denuncias de ataques sistemáticos del narcotráfico contra los pueblos en resistencia, se vienen haciendo extensivas desde el pasado mes de octubre; no obstante que gobierno estatales y federal, continúan siendo omisos y encubriendo el accionar de estas organizaciones criminales, lo cual sigue devastando y costando vidas humanas de pueblos originarios, activistas y personas que se atreven a levantar la voz en este país donde parece reinar el narco.

 

Ilustración: @HacemosAldea


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