Las Librerías y la República en México

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Escribe: Luis Guillermo Garcia Ruiz

Librería LibrArte participó en el Congreso de Libreros, que se llevó a cabo en el puerto de Acapulco, del 8 al 11 de marzo de 2018. Este es un extracto del mensaje que llevamos a nombre de Tejupilco estado de México.

LibrArte en Tejupilco. Tres mujeres a contracorriente en una sociedad sin libros.

Nuestra librería nació hace cinco años. Dos años después, concursamos como Emprendedores del estado de México y nuestro Proyecto de Librería, ganó el concurso estatal.

Han sido dos años en los que LibrArte ha ganado Premios y Concursos y recibido reconocimientos que nos causan gran satisfacción: Obtuvimos al IX Premio Nacional de Librería y las notas en la prensa inundaron todo el estado de México.

Pero no ha sido fácil y hemos concitado enemigos en el municipio, porque nos hemos convertido en palanca de velocidades que acelera el desarrollo cultural, en una región atávica y conservadora, en favor de gobiernos beneficiados con el NO Leer y Escribir.

Empero, nuestros registros indican que el ejercicio de 2017 respecto al de 2016  nuestro trabajo ha tenido un efecto multiplicador para LibrArte, en ánimos, ideas y resultados financieros: al 14 de febrero del presente año, las ventas anuales aumentaron en 100%

Ello ha sido posible, gracias a la compañía de editoriales comprometidas con nuestro proyecto librero y en virtud de que se han invertido los recursos de los Premios como Emprendedores y los del FIL-Indeli, para incrementar los acervos bibliográficos, abrir una sucursal en Temascaltepec y otra en Tejupilco, acordes a las necesidades de la población.

Comenzamos con el programa comprometido: ¡Salir Afuera! a la letra del Premio Nacional de Librería 2016, reforzado con otro programa más, al que llamamos “Leer es Jugar”, para llevar la fiesta del libro y la lectura a las escuelas y plazas públicas de la región.

Pero el Premio Mayor ha sido sin duda, la obtención del Nacional al Fomento a la Lectura y la Escritura, que organizó la Secretaría de Cultura y la CANIEM, que por primera vez abrió una categoría para reconocer y entregar este importante galardón, desde las librerías.

Para llevar a cabo nuestra misión, hemos acuñado frases que se han convertido en definiciones y banderas de Librarte. Pero de todas las definiciones mercadológicas, de política y gobierno, la que llevamos a este Congreso, es que somos una especie de Librería que se ha propuesto forjar un modelo regional de librería nacional, a contracorriente con la tendencia del mercado librero en México, de oligopolios y oligopsonios, de élites en urbes sobrepobladas, de plagios y estancos en un mercado distorsionado, incapaz de acceder con el libro y la lectura a regiones como las que atendemos, que además de Tejupilco, abarca al menos media docena de municipios, e influye sin duda alguna en las dos entidades colindantes al estado de México: Guerrero y Michoacán.

Las Librerías: un baluarte para la restauración de la república en México.

Hay tres razones que demandan restaurar la república en México y en todas ellas, las librerías podríamos desempeñar un papel clave en este proceso de sanación política:

  1. Porque cuando triunfan las repúblicas desaparecen de la sociedad, cual si se tratase de un acto de magia, los muy ricos y los muy pobres. Es la fusión de los criterios oligárquicos y democráticos con los que se arriba a la justicia del orden político republicano, el justo medio donde reina la libertad y la virtud: “Vale la pena recordar que una librería no es sólo un almacén de libros, sino el lugar en que libreros y libreras hacen de oficiantes, y no sólo de intermediarios, de lo mejor de lo que colectivamente somos. Y, como tales, también, de lo mejor que colectivamente podemos aspirar a ser.”(Antich)
  2. Porque la única manera de conseguir un estado justo y por tanto bien ordenado, es que los gobernantes tengan una vida superior y rica en excelencias del alma, una vida política, activa, de otra naturaleza a la vida dormida que se propala como sinónimo de felicidad en las oligarquías, de hombres famélicos de bienes externos, por padecer ayuno permanente de bienes internos: “A mediados del siglo XX, el gabinete presidencial tenía una escolaridad promedio que apenas llegaba a la licenciatura. Sin embargo, muchos funcionarios de entonces creían en los libros, en el arte, en la cultura, como algo importantísimo para la vida personal y nacional. Ahora hay altos funcionarios con doctorados en el extranjero a los cuales no es fácil explicarles que la cultura sí nos importa.”(G. Zaid)
  3. Porque la constitución de una república no significa la caída de un estado justo a uno injusto, sino la elevación y mejoramiento de los estados injustos a los justos. Es la capacidad de las sociedades humanas para recobrar su salud y recuperarse. Transitar de oligarquías o de democracias, a gobiernos constitucionales, siempre y cuando se logren quitar de los extremos pasionales, la riqueza y la pobreza excesivas.

Son tres premisas, suficientes y necesarias para urgir que las pequeñas librerías, las de barrio, las independientes, las grandes cadenas o las librerías públicas, antepongan sobre el principio empresarial del comercio de libros (las ganancias), la autoridad del Fomento a la Lectura y la creación de Lectores.

Eso y más son las cumbres que tenemos por conquistar, las escasas librerías que hay en México, que además, debemos resolver un problema mayor: la definición misma de la naturaleza y papel de la librería.

Propuesta Asociación de Librerías: El primer paso que hay que dar, para que las librerías se conviertan en baluarte fundamentales, en el proceso de recomposición del estado mexicano, es contar con representación pública y tener voz y voto, y no como ahora, que parece que a las librerías en México “ni las ven ni las oyen”

Proponemos revisar el caso de la CANACINTRA que se constituye a instancias del Presidente Manuel Ávila Camacho, por la necesidad de unidad nacional y para garantizar la producción de bienes de consumo, ante la flagrancia de la Segunda Guerra Mundial.

Ese sería el escenario al que se podría acudir para reunirnos en una cámara, librerías, asociaciones, e institutos encargados de las librerías y del fomento a la lectura, para enfrentar y terminar con una guerra comercial no declarada, que se ha convertido en la Segunda Guerra Civil en México.

La segunda alternativa sería que le Cámara Nacional de la Industria Editorial, extendiera sus miras hacia la parte de la industria editorial que trata el comercio de libros, y las librerías: Porrúa y Trillas podrían ser embajadores de esta ruta de salvación, porque son agentes que suman ambas actividades, porque participan tanto como proveedores, como vendedores de libros, son editores al mismo tiempo que librerías.


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1 thought on “Las Librerías y la República en México

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