Sólo Ojos

Columna de: Juan Carlos Lara

Toluca, México, 31 de marzo de 2017.- De manera inexplicable 4 de los candidatos al gobierno del Estado de México, “los 4 fantásticos”, presentarán su plataforma política primero en una universidad privada (la de los niños bien) que en la universidad pública (la del pueblo). Sí, la Mota, Delfina, Del Mazo  y Zepeda, que aspiran a gobernar una entidad con varios millones de pobres y enormes diferencias sociales, prefirieron presentar sus propuestas a los jóvenes estudiantes de la clase privilegiada, a los que todo lo tienen, que  a los estudiantes luchadores que todos los días se la parten para llegar a su facultad.

Los candidatos al gobierno del Estado de México nos confirman que en este país y en esta entidad, verbo mata carita, pero dinero mata todo. La opinión pública mexiquense, la mayoría de la juventud mexiquense, esperábamos que los candidatos debatieran en el campo neutral de la Máxima Casa de Estudios del pueblo mexiquense y no en la máxima casa de estudios de los pocos ricos mexicanos.

El menosprecio de los que nos quieren gobernar es indignante. No pueden decir que el Instituto Tecnológico de Monterrey los invitó primero, porque desde el pasado 13 de febrero el rector de la UAEMex, Jorge Olvera García, les hizo la invitación y varios de los que ahora minimizan a la Autónoma Mexiquense aceptaron la propuesta.

Y sí, la plataforma de los partidos políticos y sus candidatos debe llegar a todos, a todas las clases sociales, pero el lugar de honor, el privilegio de ser los primeros, le correspondía sí o sí a los estudiantes de la universidad del pueblo, esa misma que se vio fortalecida bajo el mandato de Eruviel Ávila, por cierto egresado de una universidad pública y “potro” por adopción.

El Instituto Tecnológico de Monterrey es una institución sectaria, su comunidad también lo es (quizá tengan el derecho a serlo), y por eso no debe ocupar el primer lugar en el ánimo de los candidatos a gobernador, porque los problemas del pueblo no están reflejados en esa institución, porque su comunidad no padece de la inflación, no sufre del pésimo transporte público  y mucho menos comparte las preocupaciones de la inmensa mayoría de habitantes del Estado de México.

Los candidatos podrán visitar la universidad del pueblo, pero privilegiaron a la universidad de los privilegiados. Alguien debería decirle a los candidatos que los votos no están entre la comunidad del Tec de Monterrey, sino en el pueblo del Estado de México. Sus grandes estrategas deberían recordarles que todo es mensaje, todo significa algo, y por lo pronto, en el arranque de las campañas, “los 4 fantásticos” ya dieron un mal mensaje.

Igualmente grave es que, basados en encuestas amañadas (y a modo) el Tec de Monterrey no invite a presentar sus propuestas a los otros candidatos. Menosprecia la candidatura de Oscar González del PT y de los independientes Isidro Pastor y Teresa Castell. Sí, es cierto que los tres están muy debajo en las encuestas de “los 4 fantásticos”, pero entonces ¿las campañas no sirven de nada?  ¿Por qué negar a los votantes la oportunidad de escuchar las propuestas frescas de los independientes y la rebeldía de Oscar González? Tache a “los 4 fantásticos”.