Novichok, peligrosa toxina soviética prohibida, habría envenenado a espía en Gran Bretaña

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12 de marzo 2018.- Es “muy probable” que Rusia haya sido el responsable de envenenar al exespía ruso Sergei Skripal y a su hija con una sustancia tóxica en el suroeste de Inglaterra la semana pasada, declaró el lunes la primera ministra británica.

Theresa May indicó que de demostrarse la participación del Kremlin, sería considerado como un “uso ilegal de la fuerza por parte del estado ruso contra el Reino Unido”. La primera ministra dio de plazo al embajador ruso hasta el martes para responder.

May agregó que Skripal y su hija fueron envenenados con un agente neurotóxico llamado Novichock y que había dos explicaciones posibles: que el ataque fue un acto del estado ruso o que Rusia ha perdido el control de una sustancia prohibida.

Agregó que Gran Bretaña espera que el embajador ruso explique cuál versión es la verdadera.

La primera ministra habló ante la Cámara de los Comunes después de encabezar una reunión del Consejo de Seguridad Nacional para escuchar las últimas noticias del caso. La funcionaria ha estado bajo presión para castigar a Moscú con sanciones, expulsiones diplomáticas y otras medidas en respuesta al envenenamiento, el más reciente en una serie de percances contra los rusos que viven en Gran Bretaña en los últimos años.

May dijo que Gran Bretaña considerará medidas fuertes en caso que las explicaciones rusas resulten insuficientes, aunque no dio más detalles.

Expresó que Gran Bretaña está dispuesta a tomar “medidas mucho más extensas” que las expulsiones diplomáticas y las sanciones limitadas anunciadas tras la muerte de Alexander Litvinenko, un ex agente ruso que fue envenenado en Londres con té radiactivo en el 2006.

«De ninguna manera podrá haber relaciones normales con Rusia», dijo la mandataria.

«No vamos a tolerar un intento tan descarado de asesinar a civiles inocentes en nuestro territorio», advirtió.

El Kremlin ha rechazado las acusaciones. Poco después de las declaraciones de May, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia calificó toda la controversia como nada más que “un circo”.

El vocero presidencial ruso Dmitry Peskov dijo a reporteros que Skripal trabajó para la inteligencia británica y fue envenenado en territorio británico, y por lo tanto, “el incidente nada tiene que ver con Rusia, mucho menos con el liderazgo ruso”.

Los legisladores británicos también buscaban respuestas.

El envenenamiento de Skripal y su hija “se ve mucho como si fuera un intento de asesinato auspiciado por un estado”, afirmó el lunes el legislador Tom Tugendhat, presidente del comité de Asuntos Exteriores.

“Y, francamente, me sorprendería que no señalara al Kremlin”, añadió en declaraciones para la cadena BBC.

Skripal y su hija Yulia siguen en condición crítica tras el ataque del 4 de marzo. También un policía que resultó lesionado sigue hospitalizado en estado grave, aunque los funcionarios británicos han indicado que puede sentarse y hablar.

Algunos funcionarios, analistas y políticos han comparado el caso con el asesinato del exespía ruso Alexander Litvinenko, que fue envenenado con un té radiactivo en Londres en 2006. Una investigación británica concluyó que el asesinato “probablemente” fue autorizado por el presidente de Rusia, Vladimir Putin.

Skripal, de 66 años, trabajó para la inteligencia militar rusa antes de ser reclutado por Gran Bretaña para espiar. Salió en libertad en 2010 dentro de un canje de espías y se había instalado en la ciudad de Salisbury.

Él y su hija fueron encontrados inconscientes sobre una banca cerca del centro de la ciudad.

Las autoridades británicas han descrito el riesgo para el público como bajo, aunque han instado a las personas que consumieron en un restaurante y un bar donde se cree que estuvieron los Skripal a lavar su ropa y tomar otras medidas.

AP


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