Tras terremoto de septiembre se ha incrementado la actividad sísmica

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8 de febrero 2018.- La actividad sísmica en el centro del país se incrementó notablemente desde septiembre pasado, a raíz de los movimientos telúricos que tuvieron epicentro en los estados de Morelos y Oaxaca, donde dejaron severos daños materiales, así como cientos de pérdidas humanas, indicó Víctor Hugo Espíndola Castro, jefe de Análisis del Servicio Sismológico Nacional (SSN).

“Hasta antes de septiembre de 2017 se tenían 7 o 9 sismos en la Ciudad de México y durante el resto del año aumentó. Después del sismo del 7 en el Golfo de Tehuantepec el «disparo» de sismos aumento en la región centro y sur del país”, indicó el especialista.

Tras estos temblores, se empezaron a registrar sismos de magnitud menor, con epicentros en algunas delegaciones capitalinas, municipios del Estado de México o Morelos, sin embargo, Espíndola aclaró que esta actividad es normal, puesto que siempre se han originado en estas zonas.

“A partir de septiembre aumentó un poco la sismicidad y es fácil entenderlo porque a partir de ese sismo de 7.1 (con epicentro en Axochiapan, Morelos) originó que algunas otras regiones se dispararan”, comentó en entrevista con Notimex.

Abundó que el terremoto de magnitud 8.2, a pesar de que se registró a 700 kilómetros de la capital, provocó que algunas otras áreas también se dispararan, es decir, provocaron que un sismo ocurriera antes de tiempo.

“Muchos (sismos) son como consecuencias de ese sismo (19 de septiembre) que hizo que algunas otras áreas en donde ya había fuerzas acumuladas se adelantaran su tiempo y es por eso que aumentó la sismicidad”, apuntó Espínola Castro.

Agregó que en la Ciudad de México se van a seguir registrando sismos que normalmente estarán a dos o tres kilómetros de profundidad en, por ejemplo, las delegaciones Álvaro Obregón, Xochimilco, “está perfectamente distribuida esa sismicidad”.

“Generalmente son de magnitudes de entre 1 y 2.5, básicamente la mayoría de ellos pasan desapercibidos o únicamente son sentidos por personas que están prácticamente arriba del epicentro”, señaló.

Recordó que dos días después del sismo de 8.2 ocurrido el 7 de septiembre del año pasado, se generó un temblor en el Bosque de Tlalpan de magnitud 1.8 y pero que únicamente fue percibido por quienes se encontraban en el epicentro.

Y es que de acuerdo con el reporte anual del SSN, 2017 fue de los años con mayor a actividad sísmica, ya que se localizaron 26 mil 413 temblores, cifra superior en un 40 por ciento en relación a 2016, cuando se tuvo registro de 15 mil 460, y mayor a 2015, año en que se identificaron 10 mil 946.

Esto, explicó Espínola Castro, se debe a que el terremoto de magnitud 8.2 que se registró en septiembre pasado en la región del Golfo de Tehuantepec, provocó una falla de 250 kilómetros que dejó al área inestable.

Indicó que todavía tardará algunos meses para que la actividad sísmica vuelva a la normalidad en esa zona, sin embargo, podrían originarse sismos en otras áreas que tienen contacto con la placa tectónica.

México está situado en una de las regiones sísmicamente más activas del mundo, enclavada dentro del área conocida como el Cinturón de Fuego donde se concentra la mayor actividad sísmica del planeta.

 

ntx


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