31 de agosto 2016.- Con 60 votos a favor y 20 en contra, el Senado de Brasil determinó que Dilma Rousseff, la presidenta suspendida de Brasil, fue culpable de haber violado las leyes presupuestarias, con lo cual dictaminaron su remosión definitiva al cargo, el cual quedará en poder de su rival, el conservador Michel Temer.
Rousseff había sido suspendida desde mayo, y tras un juicio que duró varios meses, los senadores han tomado la determinación final, acordando remover de forma definitiva a Rousseff, aunque permitiéndole conservar sus derechos políticos, por lo que en un futuro puede volver a ejercer cargos públicos o en universidades.
Con esto terminan 13 años ininterrumpidos de gobierno del Partido de los Trabajadores (PT) en Brasil, dejando a la economía más grande de América Latina ante su peor estado de recesión en un siglo, a pesar de que meses antes se habían logrado consolidar como una de las mayores economías del planeta.
El Partido de los Trabajadores señaló que convocará a la gente a salir a las calles en contra de lo que calificó como un golpe de estado, mientras que los abogados defensores señalaron que recurrirán al recurso de apelación.
Se tiene previsto que a las 19 horas GMT Temer tome protesta de forma definitiva como el presidente de Brasil hasta 2018.
