Columna VERDADES MENTIROSAS… COLOMBIA BOREAL: VIENTOS DE LIBERTAD 

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   “Yo conozco su olor, su lamento y su canción, no hay nada

             que ocultar entre mi patria y yo”.

                      SUSANA BOREAL

Gerardo Lara

La directora de orquesta Susana Gómez Castaño, de 26 años, mejor conocida como SUSANA BOREAL, dirigió un concierto con 200 músicos, en plena manifestación contra el gobierno de IVAN DUQUE en Colombia. La iniciativa surgió un día antes en conjunto con los músicos Juan Ernesto Arias, y Ana María Zapata, que organizaron a cientos de colegas, ensayaron las partituras a toda prisa y a distancia, comunicándose a través de las redes sociales.

Junto a gente de teatro y otras expresiones artísticas los músicos impusieron un minuto de silencio; con los instrumentos levantados hacia el cielo, la multitud observo el minuto expectante y emotiva, entonces comenzó: BOREAL orquestó arreglos del Himno Nacional de la República de Colombia con la melodía de la marcha imperial de Stars Wars con tonalidad para el desasosiego, Colombia tierra querida y las emblemáticas piezas de izquierda, la italiana Bella Ciao y la chilena El pueblo unido jamás será vencido. El video del concierto en plena manifestación ha sido tendencia varios días en Redes sociales y SUSANA emergió como el símbolo de la resistencia pacífica.

No sucedió en cualquier lugar, fue en Medellín, en el PARQUE DE LOS DESEOS; vaya nombre y vaya lugar para crear un acto poético incontestable, pleno de emoción, una historia que tiene desde el origen un comienzo perfecto: “Sucedió en el parque de los deseos…” Por algo reverberó en el mundo entero con especial énfasis en Latinoamérica.

BOREAL proviene del latín “borealis” que significa “Viento del Norte”, ¿será el viento de la libertad?… no lo sé, pero deja a su paso la sensación liberadora del hallazgo de un camino.

La imagen de SUSANA BOREAL dirigiendo el concierto en plena manifestación, recorre el mundo como lo hacen los fantasmas justicieros de la historia, en un acto poético de magnitudes colosales, nos ha legado un emblema y una señal que sacraliza la actual rebelión en Colombia.

La creación de ese instante sagrado no se da en un festín; sucede atravesado por la sangre y el fuego, con su cuota de muertos, heridos y desaparecidos a cuenta del atroz gobierno criminal/fascistoide de IVAN DUQUE. La voz de los concertistas unidos a la de otras expresiones artísticas, respondieron con “poesía mayor” a la represión brutal de un gobierno enemigo del pueblo.

¿Por qué lo hizo? Preguntaron a la directora Antioqueña, a lo que respondió: Estoy convencida de que, si debo entregar todo lo que haya de mí para construir un mejor país, ahí voy a estar”.

La espiral de violencia en Colombia ha sido continúa desde hace más de 35 años: narcotráfico, guerrillas, terrorismo de Estado, paramilitares, gobiernos criminales, vaya que el hartazgo del pueblo colombiano debe ser mucho y combinado con el azoro de la juventud que sabe que “otro mundo es posible”, crea un coctel explosivo y esperanzador; la irrupción de la juventud en el escenario llena de energía todo lo que toca. Ahora la batuta de SUSANA BOREAL traza caminos de insumisión y por lo tanto de esperanza. Dicen en historia que el pueblo que entierra a sus muertos y regresa a la batalla, tiene como destino la victoria.

Después de la rendición de las FARC disfrazada de “acuerdos de paz” y en medio de la traición del Estado colombiano a los tratados, asesinando a decenas de exguerrilleros, el poder intenta apuntillar al pueblo raso con una reforma tributaria que condena a las mayorías a la miseria y al hambre; las protestas no se hicieron esperar, la respuesta del régimen ha sido criminal y  brutal, con asesinatos indiscriminados, violaciones sexuales, decenas de desaparecidos y heridos, combates callejeros en los que las juventudes levantan la cabeza para liderear la “insurrección de los deseos”.

Estados Unidos, que fustiga y bloquea a Cuba y Venezuela por sus “violaciones a los derechos humanos”, guarda silencio ante los sucesos en Colombia, cuyo recuento sangriento supera por mucho al cubano y venezolano juntos. Habría que indagar que piensa el pueblo “americano” del uso de sus impuestos en el financiamiento del ejército represor colombiano.

Hielan la sangre los despropósitos declarativos de la ultraderecha colombiana, cuyo portavoz máximo Álvaro Uribe, reivindica el derecho de las fuerzas de seguridad a usar armas letales “en defensa propia”. Mientras los reporteros de CNN hablan de “presuntos abusos policiacos”, el PAPA FRANCISCO “expresa su preocupación por los sucesos en Colombia” y el presidente IVAN DUQUE ordena “una investigación profunda” y aplaza la celebración del día de la madre para el 30 de mayo.

Fuera del PARQUE DE LOS DESEOS y de la batuta de BOREAL, todo suena a VERDADES MENTIROSAS. No se digan los gritos histéricos de la desnaturalizada y deslactosada derecha mexicana que eructa sobre el peligro de que México se convierta en Venezuela mientras conspira secretamente por su “colombianización”.

La irrupción del “arte en resistencia” en el PARQUE DE LOS DESEOS marca un camino de rebelión a toda regla inhumana, de insumisión absoluta, de construcción de la paz; el hartazgo convertido en esperanza que penetra directamente al corazón.


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