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SILENCIOS ESTEREOFÓNICOS

Félix Morriña

Lánguida, fina, de sensual figura y semblante, con jazzística voz cosmopolita, Magos Herrera llegó de Nueva York a México, su país natal, para realizar una nutrida gira a lado de uno de los cuartetos de cuerdas más importantes del momento en la Unión Americana, uno de los grupos de cámara más destacados en la escena internacional: la Brooklyn Rider, con quienes rindió sentido homenaje a literatos iberoamericanos, como el nobel mexicano Octavio Paz, los maestros Rubén Dario y Federico García Lorca, la velada del viernes 18 de octubre, en el majestuoso Teatro Juárez de Guanajuato, dentro del 47 Festival Internacional Cervantino (FIC).

Magos Herrera trae bajo el brazo su nueva producción discográfica “Dreamers” (2018), el álbum nominado por mejores arreglos para la canción ‘Niña’ de Gonzalo Grau. El disco fue dirigido por la cantante y contiene temas que muestran el crecimiento musical de Magos Herrera desde su partida de México a Nueva York, Estados Unidos, para ampliar sus horizontes sonoros e intelectuales. “Que quede claro, no los abandoné hace años, estoy ampliando mis horizontes musicales para crecer más”, enfatizó en entrevista con este #ServibaryAmigo #DandyperoPunk #ElCinicoMayor para el Canal Más Latino TV, la tarde noche del martes 29 de octubre en el escenario de la Velaria, a unos pasos del embarcadero del mexiquense turístico municipio de Valle de Bravo.

Para este interlocutor, hubiera sido mucho mejor presentar el mismo programa del Cervantino en el Festival de las Almas 2019, con la Brooklyn Rider, pero no se pudo por razones diversas, entre ellas, la complicada agenda del cuarteto denominado “el futuro de la música de cámara”, como los precios del concierto y montos económicos de producción del programa pactado con cada festival cultural anual gratuito. ¡No siempre alcanza para lo mejor!

Pero, ¿qué creen?, Magos Herrera, la también compositora, productora y maestra, preparó un programa especial para Valle de Bravo, bajo el nombre de “¡Ay llorona!”, con motivo de las festividades de Día de Muertos en México, en el que tocó viejos temas con arreglos diferentes que dejaron mella en la audiencia que se hizo presente durante la quinta noche de la edición 17 del Festival de las Almas.

Magos Herrera no desaprovechó la oportunidad de tocar algunas piezas de “Dreamers” en la Velaria, bajo el formato de trío de jazz, dándole un toque menos solemne que el manifestado en Guanajuato una semana atrás con el cuarteto de cuerdas. Cuando cantó una peculiar versión jazzística de “Balderrama”, pieza que diera a conocer en el siglo pasado la “Negra” argentina, Mercedes Sosa, una de las madres del folclore del Cono Sur, en la que bien se puede traducir como una especie de sofisticado “Macondo musical”, un espacio sideral para la paz, para la creación y para vivir en tranquilidad, lejos del bullicio y la pérdida del tiempo cotidiano, bajo el influjo de las obras de poetas, escritores y músicos vanguardistas; la gente que se dio oportunidad de irla a ver y escuchar con llovizna y el frío otoñal, casi invernal de Valle de Bravo; así como su público que viajó desde la CDMX y Toluca para verla en vivo tras varios meses, o años de ausencia; entendió, el por qué esta bella mujer se ha convertido en una de las principales figuras culturales femeninas mexicanas que han trascendido allende las fronteras nacionales.

A veces uno no entiende las razones por las cuales el respetable se ha alejado de los encuentros masivos culturales gratuitos al aire libre. Pudiera uno pensar que se trata de la frágil programación en tiempos de la famosa y repudiada “Austeridad Republicana” de la Cuarta Transformación (4T), en el caso del Cervantino y, en el caso del Festival de las Almas, la desatendida y desinteresada actitud-aptitud del Gobierno estatal mexiquense por la cultura de masas. También uno pudiera pensar que se trató del húmedo frío clima, como del exceso de vigilancia de todos los niveles policíacos y de fuerzas armadas mexicanas en Valle de Bravo, incluso por encima de la que se dejó ver en Guanajuato, donde la cosa está más clima caliente y con alto grado de incertidumbre.

A nadie le gusta estar conviviendo la cultura entre soldados de todos los niveles, como de policías con armas de alto poder en las bellas jardineras adornadas con flor de cempasúchil de Valle de Bravo y en todos los escenarios donde se lleva a cabo el Festival de las Almas. Pese a esa agresiva postal en la que nos hacen sentir menos inseguros, la gente del turístico municipio del Estado de México, se ha portado como siempre, cordiales, amables, afables, cual canción armónica de jazz, cual República sonora de “Balderrama”.

La seductora música que emana Magos Herrera sana a cualquiera, porque resulta remanso sonoro en tiempos extremadamente violentos en México. ‘Volver a los 17’, ‘Coracao Vagabundo’, ‘’Niña’, ‘Milonga Gris’, ‘La llorona’, ‘De Manhá’, ‘Dreams’ y ‘Undiú’, fueron temas que en Guanajuato tuvieron el matiz de obras de arte para acompañar a los maestros nacidos allá: Diego Rivera, José Alfredo Jiménez y Jorge Negrete; mientras que en Valle de Bravo, tuvieron el color de la paleta del hombre del Movimiento de la Ruptura, Alberto Gironella, de quien por cierto se suspendió su homenaje en el Festival de las Almas 2019, por trámites burocráticos que no pudieron concretar la Secretaría de Cultura estatal, a cargo de Marcela González Salas y Petricioli.

¡El Festival de las Almas concluye el próximo sábado 2 de noviembre! ¡Aún falta por disfrutar y analizar el resto de las actividades! ¡Consulte cartelera!

Magos Herrera y el cuarteto Brooklyn Rider- EPK del disco “Dreamers”: