No extrañé ir a ver a Billy Idol al Palacio de los Deportes ayer jueves por la noche, en lo que fue su primera aparición en México tras cuatro décadas de ser rockstar. Todos me cuentan que fue memorable. No me quejo, tengo tanta belleza a mi lado en esta etapa de mi reconstrucción integral, que no deseo el trajín para ir a mi adorada, decadente y caótica CDMX. Ellas, esas bellezas han estado al pendiente de mi salud. De repente me les escapo porque ya quiero cama y si no fuera por la medicina cannábica no estaría haciendo cobertura, me iría a casa a tirarme a la cama o el reposet.
¡No quiero eso! ¡Quiero crear!
Tenía todo para lanzarme a ver féminas de mi rodada de muy buen ver y querer, bailoteando sobre su propio eje con Billy Idol; pero decidí, por economía, por salud, por esas treintañeras y por el lluvioso clima, quedarme en casa, pero al recordar que estaría en las Escalinatas del Calvario, la fregonsísima banda tapatía Troker, de inmediato dirigí mi transformado corpus para reencontrarme con esas jubilosas adorables y atractivas chicas.
Pese a la lluvia, la gente que se dio cita, casi la misma cantidad que fue a ver el homenaje a David Bowie en las Escalinatas del Calvario, con todo y paraguas, algo así como 150 personas, eran conocedores de la excelsa música que emanan desde el escenario los integrantes de Troker. Bastó hora y media para dejarnos felices, escuchando jazz con funk, rock progresivo y experimental de primerisísimo nivel.
Los integrantes base de Troker, Frankie Mares (batería), Samo González (bajo) y Christian Jiménez (piano y teclados), más los músicos invitados para vestir su bonérrima presentación en el Festival Internacional Quimera, es decir, una pequeña sección de vientos y la ornamentación de loops, programaciones y sonidos electrónicos. Todos ellos ofrecieron un recital cargado de estética y ética sonora de grandes ligas, con un nivel de improvisación pocas veces vista por una banda nacional en un escenario de este encuentro cultural anual gratuito.
¡Aplausos!
Todos aquellos que decidieron quedarse en casa por la lluvia, el frío, o porque era jueves, o cualquier otro obstáculo y pretexto, se perdieron de lo mejor del XXIX Festival Internacional de Arte y Cultura Quimera Metepec 2019. ¡Así de fácil! La velada terminó tranquila, en paz, y este #ServibaryAmigo #DanndyperoPunk #ElCinicoMayor quedó tan satisfecho de haber visto en estas condiciones a una banda que motiva a seguir apoyando la escena nacional del ritmo sincopado.
Si usted, como mi amigo Giovanni GómezTagle, no pudo venir porque en casa hubo algo mucho mejor qué hacer, yo estoy completamente de acuerdo en que no salgan a mojarse a la calle, pudiendo hacerlo en la intimidad de la alcoba toda la tarde noche sin parar. Es más, ponemos los discos de Troker “Jazz vinil” (2007), “El rey del camino” (2010), “Crimen sonoro” (2014), “1919, música para cine” (2016), “Imperfecto” (2018) y el EP “Pueblo de brujos” (2012), para calentar los ánimos y luego a darle gusto al cuerpo.
Todo tapatío debe sentirse orgulloso de su cuna, porque allá hay bandas como Evamalva, Descartes a Kant y Plástiko, hoy convertidos en Fanko, quienes vinieron a tocar en las Escalinatas del Calvario de Metepec, dentro del XXIX Festival Internacional de Arte y Cultura Quimera 2019, el pasado sábado 12 de octubre, dejando también satisfechos al respetable que los fue a ver, pero lo de Troker, señoras y señores fue de grandes ligas.
bonérrima presentación en el Festival Internacional Quimera, es decir, una pequeña sección de vientos y la ornamentación de loops, programaciones y sonidos electrónicos. Todos ellos ofrecieron un recital cargado de estética y ética sonora de grandes ligas, con un nivel de improvisación pocas veces vista por una banda nacional en un escenario de este encuentro cultural anual gratuito.
