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SILENCIOS ESTEREOFÓNICOS

Félix Morriña

Tuve oportunidad de ver en vivo y en directo al genial, y al mismo tiempo insoportable cantante líder de Stone Temple Pilots, Scott Weiland, quien hizo de todo durante su paso por este planeta: consumió lo que quiso durante años, en especial drogas duras, se rehabilitaba y volvía a recaer; bebió todo lo que se le puso enfrente; pisó la cárcel; fue un rockstar que vivió al máximo la consigna de “sexo, drogas y rocanrol”, hasta que la madrugada del 3 de diciembre del 2015, Scott Weiland fue hallado muerto por paro cardíaco a causa de drogas mezcladas con alcohol, en un autobús, mientras se encontraba de gira por la Unión Americana con su proyecto solista, alejado de su banda original que le dio fama y éxito.

El tipo en vivo seducía desde el principio, mucho más que en sus discos, se movía sobre el entarimado como todo un rockstar lo sabe hacer. El dinero invertido por parte de sus fieles seguidores en este país para verlo, nunca fue de quejas, sino todo lo contrario, a diferencia de otros conciertos en otras giras y en otro momento, donde llegó a dar asco por su irritante y desgastado comportamiento. Más allá de sus excesos y la fama de pisar las cárceles y hospitales, lo recordaremos como un excéntrico, extravagante, pero al mismo tiempo, elegante rockero, de cuidados físicos que le hacían verse bien, mientras estuviera concentrado, y feliz de cantar con Stone Temple Pilots. ¡Fue muy bueno, mientras duró!

Presencié varias veces en vivo el rock grunge de los estadounidenses Stone Temple Pilots (STP) en México, en el Foro Sol dentro de un festival que ya no existe y que se llamó Motorokr, en el 2008, donde Weiland se lució y nos dejó ampliamente complacidos; luego en el Plaza Condesa, en un recital intimista, y finalmente, en noviembre pasado, es decir, 2018, dentro del Force Fest de Teotihuacán, donde todo fue horrible, debido a la tormenta, el lodazal y las fallas técnicas por los ventarrones, pero en cuanto a la participación del grupo a la noche, estuvo genial, pese a que en este concierto ya vinieron con el nuevo cantante, Jeff Gutt, quien se comporta como si se tratase de Scott Weiland, imitándolo al grado de no ser más que una fiel copia del cantante original, perdiendo él su esencia, pero separándose muy bien del otrora cantante Chester Bennington, quien estuvo con la agrupación hasta su suicidio por ahorcamiento el 20 de julio del 2017.

El resto de los integrantes, los hermanos DeLeo, el excelente guitarrista Dean y el bien trabajado bajista Robert, así como el baterista Eric Kretz, hicieron lo propio sobre el escenario del Force Fest, al grado de gustar más que la otra banda representativa del grunge, los ingleses de Bush. Y ya que estamos hablando de la banda integrada por el vocalista y guitarrista Gavin Rossdale; el seis cuerdas Chris Traynor, el bajista Corey Britz y el baterista y percusionista Robin Goodridge, queridos seguidores de mis redes sociales y fieles lectores, les informo que, tanto Stone Temple Pilots y Bush tocarán el próximo domingo 24 de febrero, a partir de las 20 horas, en el Frontón México (Plaza de la República N. 17, colonia Tabacalera, Ciudad de México), dentro del Revolution Tour 2019, en lo que promete ser un concierto peculiar, sobretodo porque es domingo y tocarán hasta la noche, así que váyanse preparados como debe, porque la movilidad será complicada después de la media noche, que es cuando se supone termine el show.

Bush tocará esencialmente sus éxitos, al igual que Stone Temple Pilots, pero se sustentará mucho más en su reciente material discográfico “Black and White Rainbows” del 2017. STP tocará parte de su segundo álbum homónimo independiente de la banda, el “Stone Temple Pilots” del 2018, en el que no hay “nada nuevo bajo el sol”, sólo glorias pasadas, pero seguro estoy que pronto darán buenas noticias para los amantes del grunge en pleno siglo XXI.

¡Si la vida nos reúne el próximo domingo 24 de febrero, por allá nos veremos queridos seguidores!

Stone Temple Pilots en Teotihuacán, 6 de octubre del 2018, dentro del Force Fest, rola “Plush”: