Con el patrimonio a la vista: una historia de servicio social y misericordia

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* Doña Evelia quería regularizar su terreno para venderlo… Primero la salud, luego las posesiones, decía…

* Servicio social y entrañas de misericordia mueven a profesionistas y a  ciudadanos.

Carlos Manuel Elizalde/Apocaliptic.com

Metepec, Edoméx, 20 de septiembre de 2020.- “Llévame a arreglar los papeles de mi terreno, con el favor de Dios nos ayudan y podemos venderlo para operarme los ojos… Ya casi no veo, me queda solo un hilito de vista”.  Esas fueron las palabras de doña Evelia Mejía a uno de sus nietos antes de acudir a la Jornada El Notario en Tu colonia, que realizó el pasado 4 de septiembre en San Bartolomé Tlaltelulco el notario 125 de Metepec Jorge Ramos Campirán.

A la plaza del pueblo -mientras las campanas de la iglesia sonaban-, llegaron personas de varias edades portando fólderes con documentos y, sobre todo, con la esperanza de realizar trámites notariales diversos, principalmente la regularización de sus terrenos. Entre toda esa gente llegó doña Evelia Mejía. El notario, al percatarse de que se trataba de una señora de edad avanzada (arriba de los 70), ordenó que le dieran su turno de inmediato. Ayudada por su nieto, doña Evelia avanzó a la mesa de atención y se sentó frente al notario Ramos Campirán, quien de inmediato notó lo avanzado de las cataratas en los ojos de la dulce señora.

“Me urge arreglar mi terreno, tengo que venderlo para operarme los ojos, ya casi no veo”, dijo la ancianita. Campirán se puso serio, miró fijamente a doña Evelia, tomó los documentos de la mujer y le dijo: “No es bueno deshacerse del patrimonio; vamos a arreglar su terreno, pero déjeme ver si le puedo ayudar de otra manera. El notario tomó su teléfono celular e hizo una llamada. Sólo se podía percibir que vehementemente explicaba la situación de doña Evelia.

Este viernes 18 próximo pasado, cuando el notario Jorge Ramos Campirán, regresó a San Bartolomé Tlaltelulco para entregar documentos que acreditan el inicio de trámites de regularización, doña Evelia no se presentó. Sus vecinos se extrañaron, pero uno de ellos dijo al notario que su ausencia quizás se debía a su casi ceguera completa que no le permite caminar sola. Terminado el evento de documentos ya protocolizados, Ramos Campirán, no se quedó con los papeles y, a pesar de la lluvia que caía, caminó hasta el domicilio de la señora Mejía para entregarle sus documentos.

El nieto de doña Evelia llegaba a su casa y de inmediato fue por su abuela para llevarla hasta el quicio de  la puerta del humilde hogar. El notario estaba ahí, parado en el umbral, con folder en mano y con muy buenas noticias: Doña Evelia Mejía,  tiene concertada una fecha para la operación que le regresará la vista.

La llamada telefónica de Campirán,  -como le llama  doña Evelia-,  aquél 4 de septiembre, había sido a una asociación civil dedicada a la labor social con la que el notario Ramos Campirán gestionó la atención médica para doña Evelia, quien recuperará la vista después de la operación de cataratas programada para el 29 de septiembre próximo.

Doña Evelia Mejía regularizará su terreno, mantendrá su patrimonio y podrá  tenerlo a la vista.

Este es el resultado de las Jornadas El Notario en tu Colonia, en el marco de El Mes del Testamento, que ahora- a petición del gobernador Alfredo del Mazo-, durará dos meses: septiembre y octubre.

De la boca de algún paisano salió:

Este Campirán, como notario, es buen doctor.


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