Los mexicanos no tenemos para dónde arrimarnos. La descomposición de los partidos políticos, la vocación de éstos sólo para el poder (de unos cuántos) y no para la representación popular nos tiene sin un árbol en el cual buscar sombra.
El caso particular de los “opositores” al Partido Revolucionario Institucional es patético. La llamada izquierda mexicana, principalmente representada por el Partido de la Revolución Democrática, es una calamidad. Sólo necesitamos ver sus listas de candidatos a diputaciones plurinominales, es decir que no tienen que ganar la elección para llegar a la Cámara de Diputados, para observar una lucha interna de poderes maliciosos que buscan el fuero constitucional para sentirse protegidos y seguir enriqueciéndose del erario público sin hacer ninguna aportación importante al país.
El PRD se dice defensor del pueblo mexicano y nos presenta a quien promovió la “Ley Bala” en Puebla, Luis Maldonado Venegas; se dicen contra la corrupción y ponen en sus listas de diputados de “a gratis” al Delegado con licencia de Iztapalapa, Jesús Valencia, sobre quien pesan serias sospechas y es objeto de investigación.
Así, el PRD presenta los nombres de siempre, los que han hecho de la representación proporcional su modo de vida… Encabezados por Jesús Zambrano… Y todo a costillas del pueblo de México….
