SILENCIOS ESTEREOFÓNICOS: De semilla, origen: ¿qué ves cuando me lees?
Félix Morriña
Espejo: a toda mi familia, incluyéndote
Al fondo de casa hogar, yace disco sin sonar. No hay familia, hubo hogar. Hoy Silencio Estereofónico hay. Historia por contar para quien se la lleve a mar, donde defeño galego argento signó testimonio contado en palabra escrita, hablada y narrada. Tras tres décadas de labor informativa, llegamos al ciclo esperado: dejar testimonio de nuestra estancia en libro y documental, bajo el título que ostenta esta columna, escrita desde los años 90 del siglo XX hasta este momento que se lee, escucha y ve.
Cual Selección Mexicana sin director técnico idóneo, aguardé el momento, paciente como enfermo terminal, para persuadir a las personas indicadas para concretar el pase a semifinales, y rodar, filmar el documental sobre esos testimonios escritos, plasmados en tinta, en papel periódico por este #ServibaryAmigo #DandyperoPunk #ElCinicoMayor.
De tres décadas de ejercicio periodístico, 22 de ellos han sido parte de la historia del mexiquense Pueblo Mágico de Metepec, porque muchas historias narradas en diferentes medios de comunicación impresos, luego radiofónicos y después televisivos, hasta llegar a las plataformas digitales, fueron escritas a mano, en máquina de escribir mecánica, computadora, lap tops y dispositivos diversos desde el “Cerro de los Magueyes”, no sólo con la finalidad de informar alguna actividad artístico cultural, sino de ofrecerle a usted querido lector y seguidor de los Silencios Estereofónicos, el plus de la literatura con periodismo, tal y como me lo enseñaron todos los grandes maestros.
Muchas cosas quedarán por contar, sin duda, pero no importa, porque seguro estoy basta con mostrarle a las nuevas generaciones el proceso histórico periodístico de cómo se hacían las cosas antes y después de la pandemia por el #Coronavirus. Aparte del libro que lleva el nombre de todo producto cultural que devenga de mi labor de investigación constante, entiéndase, #SilenciosEsterefofonicos, filmar un documental de media hora con bajo presupuesto en plena era pandémica, es un logro extraordinario para la cultura de cualquier parte del mundo.
Una década me llevó hasta esta fase del Campeonato, llegó el momento de homenajear como debe a lo ya hecho, por los que ya no están e hicieron mejor nuestras vidas. He visto el umbral varias veces y antes de trascender, deseo dejar completo este proyecto de vida en libro y documental para todos aquellos amantes de las bellas artes. Este proyecto no es más que el símbolo de que se pueden hacer cosas de calidad con lo que hay a nuestro alcance en tiempos aciagos, en los que nadie cree en nada, la sociedad se colapsa y el amor y deseo por el ser amado, no se concreta, se abandona y olvida.
Nunca desee un proyecto glamuroso, me debo a la verdad, a la sencillez no a la simpleza. Escueto, contundente, verídico, mordaz, como efímero y fugaz en la noticia, pero gracias a la conjugación con las Bellas Artes, llegué a rozar la superficie de las palabras, para luego sumergirme, de a poco, a la profundidad de sus significados. Esa misión nunca termina.
En esta aventura están muchas personas involucradas, detrás de este proyecto editorial y fílmico están desde el director editorial Rodolfo Munguía, presidente y director de Dr. Gloop.com; el productor ejecutivo financiero del documental, Carlos de la Peña, presidente de Ciudadano Comprometido por Metepec AC; hasta el cineasta Gerardo Lara y su productora Meta Cine, pasando por el guion y dirección de Óscar Cuauhtli; el maquillaje profesional de Alba Lobato; el peritaje psicológico analítico holístico de Helen Artemisa Aguilar Morales; la música de Manuel Aldape y su New Blue Gavity (NBG), como la incidental del compositor Juan David Garduño; la familia y seres amados cercanos y lejanos, entre otros maestros de la lente como Guillermo Romero Zarazúa y Alex Ganem; el apoyo logístico y de producción de Juan Carlos Lara Escobedo con su agencia Apocaliptic; la experiencia mediática de Giovanni Gómeztagle Flores en lo que se requiera, y todos aquellos que se sumen al gran equipo de profesionales con los que me pondré en sus manos para lograr la osadía.
¡Quien desee sumarse, bienvenidos!
Mientas escribía esta entrega, escuché con mucho gusto a la banda argentina Divididos, en especial la rola “¿Qué ves? ¿Qué ves cuando me ves?”, una pieza ad hoc para este momento histórico en el que me encuentro. Por eso me atreví a modificar el título un poco para que se entendiera de qué trata el proyecto al que te invito te sumes. “El wawa de Troilo no quiere arrancar/ falta envido y truco, chiste nacional/ “Estamos en vena”, grita el mayoral/ Y pagás el vale un día después./ ¿Qué ves? ¿Qué ves cuando me ves?/ Cuando la mentira es la verdad…”.
No queda más que agradecer a todos y cada uno de ustedes, que directa e indirectamente, han apoyado y ayudado a que este interlocutor logre comunicar, a través de sus textos, la historia musical y de las bellas artes en general a las masas. Son muchos para mencionarlos, pero ustedes saben quiénes son y cuanto los valoro.
Si por alguna razón la vida no me deja concretar la osadía una vez más, ustedes deberán filmarla, terminarla y difundirla, pero por favor, procuren que eso no suceda.
Recuerda: ¡nos buscamos, nos vemos, nos escuchamos, nos entendemos!
Divididos: “¿Qué ves? ¿Qué ves cuando me ves?”:
fmorrina@yahoo.com.mx
Facebook: Félix Morriña
Instagram: @felixmorrina
Twitter: @fmorrina
